JON PASCUA
Entrenador de porteros del Mamelodi Sundowns (Sudáfrica)
Publicado por Víctor Calle, el martes 10 de marzo del 2015.
Estimados
amigos,
en esta
nueva sección de INVITADOS trataremos de conocer a los profesionales
relacionados con el mundo de la portería, como a otros entrenadores y porteros
menos conocidos pero que también desarrollan un gran trabajo excelente dentro
del fútbol amateur.
Para empezar comenzaremos con una de las personas que en la actualidad, está
creando tendencia con su metodología de trabajo. Una revolución en las redes
sociales, un EdP único y particular tanto por su pasado como por su presente.
1.
Para los que no te conozcan, ¿Quién
es Jon Pascua?
No creo que sea yo el más apropiado para definirme,
pero diría que Jon Pascua en una persona sencilla y amigo de sus amigos. Una
persona apasionada con una gran vida interior, muy reflexiva a la vez que
emocional. Alguien que comete muchos errores pero que jamás tiene una mala
intención, y que tiene la gran fortuna de no saber lo que es la envidia. Una
persona que tiene carácter y que se posiciona, y es por esta razón que no es
amigo de todo el mundo. Apasionado del sol, de la playa y del mar, y alguien que
gira su vida entorno al fútbol como medio para desarrollarse, teniendo siempre
claro que para él este deporte no es el fin, sino el medio.
2.
¿Dónde empieza tu pasión por este mundo?
Comienza muy de joven, como todos en el colegio. De
ahí fui formándome como jugador en el club de mi pueblo natal, Bermeo, para
poco a poco introducirme en el fútbol semi-profesional desarrollando
prácticamente la totalidad de mi carrera deportiva en equipos de Tercera y
Segunda División B, destacando mi paso por el filial del Zaragoza y filiar del
Alavés. Finalicé mi etapa como jugador en activo a la edad de 28 años en la
Tercera División del fútbol extremeño.
Nada más colgar las botas comencé mi
etapa como entrenador amateur, entrenando 5 días a la semana sin compensación
económica en diferentes clubes mientras trabajaba, para poder vivir, en lo que
podía. Cadenas de producción de diferentes sectores (automoción, termoplástico,
transformadores eléctricos), embalador, analista de mercado, dependiente,
reponedor, almacenero, administrativo, grabador de datos, servicio de atención
al cliente de telefonía, estibador de puertos, peón de rampa de
aeropuertos…fueron los trabajos que desempeñe hasta ser un entrenador de
porteros profesional. Mi objetivo siempre fue vivir de mi pasión, y aunque me
costó unos cuantos años de esfuerzo, al final mereció la pena y puedo decir
aquello de que lo he conseguido.
3. Muchos
conocen tu periodo como EdP en el Athletic de Bilbao, cuna de porteros... ¿Cómo
llegaste al allí?
Di comienzo a mi carrera entrenando en varios equipos
de la Tercera División como entrenador, desempeñando este cargo junto con el de
director de una escuela de porteros creada por la empresa “By Sport”. Tras dos
años en aquella escuela el Athletic me hizo una oferta para dirigir un proyecto
de una escuela de porteros para su fundación, en la cual trabajé como director
metodológico. Paralelamente a esto dirigía también un curso formación para
todos los EdP´s de los clubes vizaínos, financiado también por la propia fundación.
Tras dos años en la escuela de porteros y el proyecto externo del Athletic, al
año siguiente pasé a ser EdP del equipo filial, el Bilbao Athletic. Tras
una temporada trabajando como EdP en el equipo filial el club me ofreció
compaginar ese cargo con el de Coordinador y Director Metodológico del
Entrenamiento de Porteros del Fútbol Base. Tras desempeñar ambos cargos durante
un año hubo elecciones en el club, muchos cambios a nivel de dirección
deportiva y de rumbo. A pesar de que aún tenía 2 años más de contrato llegué a
un acuerdo con el club, me pagaron 2 años de contrato y me fui al paro. Tras
unos meses sin trabajo me fui como EdP al histórico C.D Badajoz, que militaba
en 3ª División. Finalizada la temporada recibía una oferta de Antonio López, en
aquel entonces entrenador de Sundowns, para incorporarme a su cuerpo técnico y
aquí sigo, finalizando mi 5ª temporada en el club.
4. ¿Háblanos
en mayor o menor medida de sus métodos de trabajo?
Cuando yo llegué el departamento de porteros estaba
dirigido por Juanjo Lasuen, una persona de club que llevaba mucho tiempo
desempeñando el cargo, que había estructurado muy bien el departamento. Al año
siguiente me ofrecieron el cargo y di comienzo a la transición construyendo
sobre lo que había, que era algo realmente bueno, y introduciendo ciertos
cambios desde lo que era mi visión. Establecer el proyecto me hubiera llevado
cerca de 3 años. Una vez asentado tan solo hubiera que haberlo ido optimizando.
Creo sinceramente que hubiera sido muy bueno para el club continuar en esa
línea, con alguien de la casa, y perdurar ese proyecto en el tiempo.
5. De tus
años en Lezama ¿un portero referente para ti?
Me quedó con los 4 porteros con los cuales pasé la
mayor parte del tiempo en aquella etapa, como son Iago Herrerín, ahora en el
primer equipo, Raúl Fernandez-Cavada, que está actualmente en el Valladolid,
Javier Mandaluniz, ahora en la Gimnástica de Torrelavega, y Jon Larruskain, ya
retirado. La verdad es que tengo un gran recuerdo de lo que fue trabajar con
todos y cada uno de ellos. Al final como responsable del departamento “tocas”
en mayor o menor medida a todos los porteros del club, pero el 95 por ciento
del tiempo trabajé con los 4 que he nombrado.
7. Comienza
la aventura, África. ¿Cómo es un día para Jon Pascua?
Pues me levanto sobre las 06:30 de la mañana para
llegar al club sobre las 07:30 horas, donde desayuno y preparo la sesión, que
da comienzo a las 09:30. Abandono el club a eso de las 13:00 horas y acudo a
almorzar diario a algún restaurante de la zona donde vivo, donde continúo
trabajando mientras como y tomo un café aproximadamente hasta las 6 de la
tarde, hora en la cual acudo al gimnasio. Tras finalizar en el gimnasio voy a
cenar a casa o en su defecto a algún restaurante de la zona donde vivo, donde
aprovecho para seguir dedicándole un tiempo al trabajo informático y doy el día
por finalizado. No todos los día son iguales, me gusta también pasear en un
parque próximo a mi domicilio o tomar el sol en la piscina de mi urbanización
para desconectar.
Lo demás es un ir y venir de viajes, aviones, hoteles,
concentraciones y partidos. La verdad es que me falta un poco de equilibrio en
lo personal, donde echo de menos la vida a la europea. Johannesburgo es una
ciudad muy peculiar en cuanto al estilo de vida, no hay calle para pasear y la
vida se reduce a centros comerciales. La inseguridad y el miedo a la
delincuencia hacen que la vida sea de esta manera. Son ya 5 años viviendo así y
el cansancio, en cuanto a la calidad de la vida personal, se acumula. Vivo en
una zona de gente adinerada, en un barrio al que yo le llamo la “Jaula de Oro”,
en la única zona de Johannesburgo donde puedo vivir como en Europa. Si dispongo
de algún sábado o domingo libre la situación es diferente. Aprovecho para
acudir a Johannesburg City y disfrutar de la calle, algo de lo cual tan solo
puedes disfrutar con la luz solar y en días señalados, porque hacerlo de noche
es poco seguro y arriesgado. En definitiva, llevo una vida muy centrada en el
trabajo, y es quizás por esa razón por la que he crecido muchísimo como
entrenador, algo que seguramente no hubiera sucedido si hubiera permanecido en
España o en otro país donde hubiera tenido más posibilidades de ocio. El
crecimiento en lo laboral tiene sus sacrificios y este ha sido el mío. Echo de
menos muchísimo la playa y el mar, pasear por la calle con normalidad, la vida
a la europea, la familia, los amigos… Pero a la vez se, sin ningún tipo de
duda, que el tiempo invertido ha merecido realmente la pena. Lo mejor que hice
en la vida es venir a este país, tanto por el aspecto deportivo como en plano
personal. He crecido en ambos aspectos y esto es algo que me va a ayudar para el
resto de mi vida. Siempre agradecido. También por los malos momentos vividos,
porque me han hecho más fuerte. La soledad es un buen lugar para encontrarte,
aunque muy malo para quedarte. Luego, en esos viajes por el continente
africano, disfruto como nadie. Tengo una vida muy rica, emocionalmente
hablando, y eso es algo que realmente me engancha ¡Y mucho!
6. Nuevo
idioma, nueva cultura... ¿Cómo fueron tus inicios como Entrenador de Porteros
en tu nuevo equipo?
Pues al principio fue complicado, sobre todo porque no
hablaba el idioma. Mi manejo del inglés era menos que básico, y no disponía de
traductor. El salto cultural es también muy grande, tanto deportivo como en
cuanto al tipo, estilo de vida y valores. El pasado tormentoso de este país ha
dejado un legado en forma de racismo y sobre todo “clasismo”, que es el peor de
los males de la cultura de la gente de color. Yo lo llamo la cultura del poder
y del miedo. Muchas diferencias a nivel social, muchas razas y culturas
conviviendo juntas y poco relacionadas entre si. Los extranjeros, por norma
general, hacen su propia comunidad y no se “mezclan” en la cultura del país.
Yo, por suerte, tengo la oportunidad de convivir con la gente de color, algo
que me ha enriquecido muchísimo. Aunque por otro lado, he de decir que el salto
cultural es muy grande y que se asume un gran desgaste. En cuanto a lo
deportivo, desde el primer momento quise trabajar creando un modelo y una
mentalidad europea en mis porteros. Que trabajaran y, sobre todo, que jugaran,
como porteros europeos; sobrios, serios y fiables. Creo sinceramente que lo
hemos conseguido, si los ves trabajar y competir pueden pasar por europeos, si
no fuera por el color de la piel, claro está. Me dedique a construir pacientemente,
en todos ellos, en torno a mi visión de lo que debe de ser el portero. Al
principio fue muy duro, pues tuve que volver atrás y emplear metodología de
entrenamiento que utilizaba para porteros alevines e infantiles en mi etapa en
el Athletic Club de Bilbao. Tuve que ir formando y construyendo a marchas
forzadas, porque el objetivo era también ganar partidos. Pero tuve que hacerlo
con mucha paciencia, para no tener un impacto negativo en su autoestima. Su
antes y su después ha sido realmente espectacular, y es un fiel reflejo del
trabajo, la implicación y el compromiso que todos, como departamento de
porteros que formamos, hemos tenido. Estoy tremendamente orgulloso de todos
ellos. Pero sobre todo agradecido, porque han supuesto un reto tan grande que
me han hecho crecer muchísimo como entrenador. Sin ellos nada hubiera sido
posible. Luego además, son grandes personas, tipos a los que quiero y adoro de
verdad. Poseen valores que realmente admiro en las personas y eso hace que me
entregue aún más a ellos. La implicación, la generosidad y el compromiso, son
compartidos. En esta vida, todo lo que das te lo das, y tanto ellos como yo,
estamos en equilibrio.
7.
¿Dispones de tiempo suficiente para sus entrenamientos?, ¿Cómo es una
semana de trabajo?
La verdad es que al entrenar con 4 porteros puedo
decir que la mayoría de los días dispongo del tiempo suficiente de
entrenamiento específico porque tengo la oportunidad de rotarlos y atender las
necesidades de porteros del equipo para las habituales tareas integradas. No me
puedo quejar en este aspecto. ¿Cómo es una semana de trabajo? Pues varía en
función de muchas cosas, como pueden ser el número de partidos que jugamos esa
semana, si hay viajes o no por medio, cuales son las necesidades de porteros
del equipo para las habituales tareas integradas y el tiempo del cual dispongo
que siempre puede variar, a pesar de que como he dicho anteriormente siempre
queda la posibilidad de rotarlos.
No obstante en estos 5 años que llevo en
Sundowns he trabajado con nada menos que 4 entrenadores diferentes con lo que
me amoldo a todo. He trabajado en diferentes tipos de contextos; sabiendo lo
que el entrenador principal va a hacer cada día desde el primer día de la
semana, sabiendo lo que va a hacer una hora antes e incluso sin saberlo hasta
saltar al campo. Por suerte dispongo de un terreno anexo en el cual realizo el
trabajo específico, con lo que puedo organizarme a mi manera y no estar
pendiente de nadie (en cierto modo) para estructurar mis tareas y contenidos,
cosa que tendría que hacer si compartiría con el equipo el mismo espacio de
entrenamiento. Más que una planificación, lo que hago es seguir un patrón de
conducta de introducción de contenidos y cargas. Considero que aquí, en este
contexto, es mucho más inteligente y práctico. Tengo mi idea en mente de como
desarrollaré la semana, y leyendo un poco el contexto voy poniendo cada cosa en
su sitio. No obstante soy bastante flexible y no me vuelvo loco queriéndolo
tener todo atado de antemano. Aquí es imposible. El secreto es leer
correctamente cual es la situación y pensar rápido en soluciones cuando las
cosas no suceden tal y como estaban previstas. La planificación propiamente
dicha, en la etapa de rendimiento, creo que es complicada de llevar a cabo.
Tengo también, muy en cuenta, las sensaciones y el feedback de los porteros,
con lo que tengo que organizar el trabajo atendiendo también a lo que ellos
demandan, sienten o consideran. Si llego una mañana, hablo con ellos y me dicen
que están cansados, prefiero aligerar la carga, con lo que mi planificación ya
no tiene sentido. Lo mismo sucede, por ejemplo, si tengo pensado introducir una
sesión con mucha carga de trabajo y el entrenador me dice que va a hacer muchas
tareas de tiro y de juego reducido. En este caso no me queda más remedio que
compensarlo con mi trabajo. De todo esto hay que estar pendiente sobre la
marcha, y actuar en consecuencia. Para mí es la parte más bonita de este
trabajo, dar soluciones a esos problemas como entrenador sobre la marcha. Es
ahí donde realmente se ve la capacidad del entrenador. Y sobre todo, cuando
estas situaciones no afectan la calidad del trabajo. Considero que el
entrenador tiene que ser inteligente, vivo, listo… y no estar sujeto a un guión
ni al librillo. Indudablemente la etapa de formación es un tanto diferente,
pero valoro muchísimo esta capacidad de actuar en los entrenadores. Yo sigo
muchísimo mi intuición, pero no juego a la lotería cuando diseño las sesiones.
Y esta intuición no es fruto del azar, sino del conocimiento del trabajo
y del contexto, la experiencia y un sentido práctico.
8. Todos
conocemos la metodología de Jon Pascua. ¿Es consciente de que crea tendencias
en mucha gente que se inicia en este mundo?
Cada vez soy más consciente porque lo puedo ver en las
estadísticas de mi web personal y por la gran cantidad de emails y mensajes
privados de agradecimiento y respeto hacia mi trabajo que recibo a diario. Cada
año he visto como las visitas en la web se duplican. En este momento
cibernautas procedentes de más de 60 países visitan la web a diario y son ya
más de 120 países los que lo hacen al mes. Y eso, teniendo en cuenta que está
únicamente en castellano. He recibido también mensajes de porteros
profesionales, e incluso de EdP que entrenan en equipos de gran entidad
mostrándome su respecto por mi conocimiento y su admiración por la calidad de
mi trabajo, que me consideran incluso como un referente del entrenamiento del
portero. No deja de ser curioso, crear tendencia trabajando en una liga
totalmente desconocida y desde un fútbol secundario en el que nos vemos
obligados a trabajar los que no podemos hacernos un hueco en España, en nuestra
casa. Creo que el compartir mi trabajo ha dado la posibilidad a que este sea
reconocido. Esto es algo poco habitual en el rendimiento, compartir
conocimiento, porque cuando lo compartes ayudas a generar más conocimiento en
lo que puede ser la competencia. Hay poco corporativismo en este aspecto. A mí,
personalmente, es algo que no me preocupa. No trabajo para ser el mejor
entrenador de porteros ni para ser referente ni crear tendencias, trabajo para
ser la mejor versión de mí mismo. No me preocupa si los demás son mejores o
peores que yo, estoy preocupado en llegar al máximo nivel en el que yo puedo
estar, en construir sobre mí mismo y mi modelo de entrenamiento. Un modelo de
entrenamiento que es muy básico y sencillo, en la cual la innovación está
dirigida hacia la esencia. Trabajo con plena libertad, por y para la mejora del
modelo de trabajo, que es la herramienta para la mejora de los porteros a los
cuales entreno, y no me afecta ni me preocupa la crítica hacia mi trabajo. No
siento la necesidad de trabajar siguiendo las corrientes de entrenadores de
porteros referentes, aunque si me gusta desarrollar ideas de estos, porque me hacen
más completo y me ayudan a optimizar mi modelo. Sinceramente, más que mi
metodología de trabajo, lo que la gente realmente valora es la forma en la cual
afronto y vivo mi trabajo; en plena libertad, haciendo de ello algo emocionante
y apasionante. La gente que me sigue cada día lo hace por una afinidad en
cuanto a la forma de hacer y entender las cosas. No les interesa el
modelo o la idea sino los argumentos y las reflexiones que lo sostienen. La
forma en la cual afronto mi trabajo es la persona que soy y el fiel reflejo de
la forma que tengo de entender la vida. El fútbol es el medio en el cual me
expreso y desarrollo, y quiero que mi trabajo sea trascendente, más allá del
resultado. El objetivo es mucho más ambicioso que ganar o perder; es llevar este
trabajo a la excelencia.
9. Una vez
finalices tu etapa en Sudáfrica, te gustaría regresar a España o
continuar tu aventura en un nuevo país?
Indudablemente creo que los ciclos se acaban, y el mío
en este país no es una excepción. Venir a este continente es lo mejor que pude
hacer en mi vida, he crecido muchísimo en lo personal y también en lo
deportivo. Podría decir que en Sudáfrica me he “encontrado” como entrenador.
Gracias a mi experiencia en este continente tengo muy clara la forma de la cual
quiero vivir y afrontar este trabajo. A partir de ahí, creo que este ciclo está
acabado, he exprimido a tope todo lo que me ha aportado pero ahora necesito
nuevos retos. ¿La liga española? Sin duda es donde me apetece estar. En
Sudáfrica tengo mis necesidades deportivas cubiertas, pero me hace falta algo
de equilibrio en lo personal, llevar una vida más a la Europea. Johannesburgo
es una ciudad complicada.
Luego, si te soy sincero, mi interés en la liga
española no es por ser un entrenador de porteros de la liga de las estrellas,
eso no me dice nada. Quiero seguir trabajando en la búsqueda de la esencia de
este trabajo, y entrenar en España puede ayudarme a ello porque me va a obligar
a marcar un paso más rápido. Tengo ganas de vivir esa experiencia, a pesar de que
me siento tremendamente realizado con lo conseguido hasta ahora. No me creo
expectativas, pues generan frustración, y espero pacientemente mi momento. Creo
sinceramente que estoy preparado para trabajar a cualquier nivel, y que el
tiempo y mi trabajo me darán la oportunidad algún día. Creo que el éxito se
atrae, y que todo lo que das en esta vida te lo das. Tengo confianza en que
llegará mi momento. Estoy también abierto a otras posibilidades, pero mi idea
esta más encaminada a intentar trabajar en España. No obstante, a la edad de 42
años y con mi futuro económico asegurado me siento en una posición
privilegiada, en la cual puedo decir “no” a aquello que no me interesa. En
estos momentos mis decisiones no tienen nada que ver con lo económico, sino de proyectos
deportivos y de clubes o entrenadores donde y con los que realmente pueda
trabajar a gusto y me sienta realizado tanto en lo deportivo como en lo
personal. Es el legado de estos cinco años en África; la libertad que tengo a
la hora de poder decidir sobre mi futuro. Esto es para mí muy importante, poder
elegir, pero sabiendo que tienes también la necesidad de desarrollarte
profesional y personalmente, y que no quieres renunciar a ello. No es el fútbol
en si, es la forma que tengo de vivir el fútbol. Es un medio que necesito para
seguir desarrollándome.
10.
¿Qué cualidad/es más importante/s crees que debe tener un buen portero?
Son muchas. Cualidades o valores tanto físicos,
técnicos, tácticos como psicológicos, y además muy específicos. En cierta
medida es un conjunto de todo, y esos valores tienen que estar compensados. A
menudo las carencias en alguno de estos valores se compensan con las virtudes
en los otros. Es difícil ser brillante en los cuatro aspectos, aunque ese es el
objetivo de nuestro trabajo, el lograr dotarlos de todas esas competencias para
que sean competitivos. Si se es brillante a nivel técnico y muy pobre
tácticamente es difícil ser un buen portero. El porcentaje de cada valor o
cualidad es relativo, pero tiene que haber una convivencia en equilibrio, y
armonía en todos ellos.
11.
¿Un EdP icono y por qué?, ¿Un EdP a conocer?
En cuanto al icono, desconozco como se trabaja en
estos momentos en España y en Europa, pues estoy un tanto aislado de todas las
nuevas corrientes y estilos, pero de lo que conozco, nombraría a Luis Llopis.
Creo que está a otro nivel, lleva ya unos cuantos años en la élite, y eso es
por algo. Es muy trabajador y vive por y para ser entrenador de porteros. He
cogido muchas ideas de su modelo de trabajo, las cuales he adaptado a lo que es
mi visión, mi personalidad y mi estilo. En lo profesional, tiene mi respeto. En
cuanto a un EdP a conocer pues la verdad, cualquiera que sea capaz de
emocionarme con lo que escribe y con lo que hace, alguien que sea capaz de
transmitir cuando está trabajando, y que ponga su método de trabajo encima de
la mesa y lo defienda desde el sentido común y la lógica. Alguien que no se
preocupe de seguir tendencias y estilos, y que siga su propio camino. Pero más
que un EdP podría ser cualquier persona, incluso que nada tenga que ver con el
fútbol. Me gusta conocer gente interesante que con sus conversaciones,
reflexiones y conocimiento me ayudan a generar el mío propio.
El otro día, sin
ir más lejos, me encontraba en nuestro hotel de concentración de Johannesburgo
cuando oí a alguien hablando castellano. Me acerqué, nos presentamos y
comenzamos a charlar. Era madrileño, ingeniero de telecomunicaciones. La
conversación nos llevó a las competencias transversales, a la adaptación al
medio, a la aportación individual en el colectivo. Hablamos también sobre
enfocar la atención en la esencia, en lo importante, incluso en las relaciones
personales, definimos también lo que entendíamos cada uno por egoísmo.
Intercambiamos reflexiones sobre el conocimiento, sobre si este es aplicable o
no en todos los campos, si puede ser adaptado, y de cómo las soluciones a
determinados problemas en un determinado campo de trabajo pueden encontrarse en
otro que nada tiene que ver con el contexto en el que los problemas se
produjeron. Estuvimos cerca de 2 horas hablando. Ese tipo, al que quizás
seguramente no volveré a ver en la vida, me ha aportado mucho más en 2 horas
que personas con las cuales he trabajado codo con codo durante 2 años. Si te
soy sincero, no soy una persona de iconos, y a pesar de que valoro y respecto
el conocimiento de las personas, lo que más admiro es la honestidad de estas.
Tal y como dijo una vez Ludwig van Beethoven “El único símbolo de superioridad
que conozco es la bondad”.
12.
¿Un consejo para aquellos que quieran iniciarse en este mundo?
No se si soy
quién para dar consejos, lo que voy a permitirme es hacer una serie de
reflexiones en voz alta. Creo que este trabajo, sinceramente, está
sobrevalorado. Los EdP amateurs, cuando piensan en el trabajo que desempeñamos
los profesionales, solo piensan en el trabajo de campo, y no en todo lo que
conlleva el fútbol profesional. Para mí, es un mundo muy complicado, hay muchas
cosas detrás que no se cuentan ni de las cuales recibes formación, pero que
tienes que saber gestionar. A menudo es un mundo muy sucio, con una lucha
encubierta de poder y de egos que hacen que se genere mucha insatisfacción en
el trabajo. Mi experiencia, lo vivido, lo visto, y las conversaciones
mantenidas con compañeros me dicen que hay muy poca gente que realmente
disfruta de una manera plena de este trabajo, cuando realmente debería ser todo
lo contrario al ser algo vocacional. A veces hay que saber tragar, sobre todo
cuando todavía no te has ganado el crédito de la gente, y saber que a menudo el
ser honesto no va a ser suficiente. Que la verdad y la sinceridad no siempre
pueden competir contra el poder, y que se viven situaciones muy injustas. Les
diría que no pierdan nunca los valores y principios, y que sean siempre fieles
a si mismos. Que no echen por tierra el trabajo de nadie para ensalzar el suyo,
y que se preocupen de lo que está en sus manos y no en las de los demás. Les
diría que cometan muchos errores, que se harten de cometerlos, pero que jamás
tengan una mala intención. Les aconsejaría que vivan con un total
desconocimiento de lo que es la envidia, y que se preocupen de hacer su camino
con ilusión, con cariño, con amor, y con la humildad suficiente para aceptar
que están al servicio del jugador, y no esté al suyo. Les diría que su
comportamiento y su trabajo, con el tiempo, aumentarán su crédito, y que tarde
o temprano, la vida les colocará en su sitio. Seguramente más tarde que
temprano, pero que finalmente lo hará. Y si no es así, podrán decir aquello de
que lo han intentado, y que lo han hecho sin poner en riesgo sus valores y
principios, por aquello de que el fin nunca justifica los medios. Y les diría,
tal y como dijo Nelson Mandela, que lo que cuenta en la vida no es el mero
hecho de haber vivido, y que son los cambios que hemos provocado en las
vidas de los demás lo que determina el significado de la
nuestra.
The sky is the limit
Por último, aprovechar en público nuevamente a darte las gracias por ser generoso con tus palabras, por ser siempre cercano y por seguir enriqueciendo este mundo de la portería, del que todavía aún nos queda mucho por descubrir. Un abrazo fuerte desde el norte.